Alojamientos vacacionales en triste

Ángel es un gran anfitrión que cuida con mimo su casa y a sus huéspedes. Para volver seguro

Todo perfecto!! El alojamiento es perfecto para dos personas y descubrir el bonito pueblo de Sallent de Gállego, desde el cual salen muchas rutas y está a 5 mins de las pistas de esquí de Formigal. Muy recomendable!

Magnífica cabaña encaramada en la montaña con magnificas vistas. Alojamiento muy limpio y decorado con cuidado Si desea un lugar tranquilo y acogedor esta es la dirección perfecta 😊

El alojamiento es precioso, acogedor, tiene absolutamente todo lo que necesitas. Muy limpio, con todo tipo de menaje y con una comunicación rápida y muy fácil con la anfitriona. Ha hecho que nos sintamos como en casa y nos facilitó en todo momento la llegada y salida flexibles. El entorno espectacular. Volveremos para la temporada que viene!!

Excelente experiencia en esta yurta con magníficas vistas en un rincón tranquilo en plena naturaleza. Sonia y su marido son unos anfitriones muy hospitalarios y muy amables. Estamos encantados de haber podido codearnos con las ovejas Angora y las 3 border collie muy lindas. Gracias por esta estadía. Chloé y Thibault.

Lo hemos pasado genial y gracias Ana por todo. Lugar ideal para desconectar, tranquilo y una casa muy comoda con todo los detalles que se necesita. Sin lugar a duda repetiremos para volver a conectar con la naturaleza.

La torre de Oto sin duda ha sido el lugar más fascinante de alojamientos Airbnb. El lugar es acogedor, la torre ha sido reconstruida y decorada con un gusto exquisito. Volvería!

Un entorno precioso, con vistas al valle, muy muy tranquilo y bien situado tanto para subir a puerto o visitar Ordesa. La casa muy cómoda y limpia. Tiene red wifi así que la cobertura no fue un problema, además se podía conectar con la televisión. El patio está compartido con los dueños y otro apartamento, es amplio y con cantidad de asientos y mesas para comer y hacer una buena bbq. Los dueños encantadores, nos dieron recomendaciones de la zona y nos dejaron unos huevos de sus propias gallinas. Estamos encantados con la visita.

estuvimos un fin de semana largo, desde que llegamos nos indico perfectamente como llegar, ya que el pueblo es pequeño y tiene calles muy estrechas y el acceso es complicado Una vez allí el apartamento es precioso, rústico y funcional, estufa de leña, sofá, muchos libros y DVDs para poder estar horas al calor de la lumbre. Estuvimos tan agusto que la sentimos como nuestro hogar. Pensamos repetir por la cercanía a muchos paseos y rutas.